martes, 9 de septiembre de 2014

Excusa del juez García Sayán de participar en actividades de la Corte y las objeciones que suscitó

Juez García Sayán
Este reporte fue elaborado por Álvaro Paúl Díaz.

En un reciente comunicado de prensa se informó que el juez Diego García Sayán se excusó de participar de todas las actividades de la Corte mientras sea candidato a la Secretaría General de la OEA.  Estas escusas fueron aceptadas por el Presidente de la Corte, el juez Humberto Sierra Porto, quien valoró la iniciativa de García Sayán. 

Una posición distinta tuvieron los jueces Vio Grossi y Ventura Robles, quienes presentaron un documento (cuya descripción puede observarse en el siguiente link) que afirma que dicha acción sería improcedente:  sostienen que debiera haberse discutido la incompatibilidad entre el cargo de juez y la candidatura a Secretario General de la OEA. 

Estos jueces afirman lo anterior en virtud del artículo 71 de la Convención Americana, que dispone que son incompatibles los cargos de juez de la Corte y otras actividades que pudieran afectar su independencia o imparcialidad.  Los jueces Vio Grossi y Ventura Robles alegaron que, al aceptar la excusa de García Sayán, el Presidente habría coartado la potestad del Tribunal de referirse a la eventual incompatibilidad de esta candidatura con el cargo de juez de la Corte. 

Por otra parte, Vio Grossi y Ventura Robles notaron que la excusa de García Sayán limitaría sólo la participación de García Sayán “en la deliberación de las sentencias u otras decisiones relativas a casos contenciosos, supervisión de cumplimiento de sentencias o medidas provisionales”, pero permitiría otras actuaciones, tales como la eventual participación en opiniones consultivas y actos protocolares.  Además, García Sayán mantendría todas las “prerrogativas, inmunidades y privilegios inherentes al cargo”, así como su capacidad para usar oficinas y otros recursos de la Corte.  Por esto, tales jueces consideraron que la actitud más apropiada que debiera haber adoptado García Sayán habría sido “la renuncia al cargo de juez de la Corte en virtud de la candidatura a la Secretaría General de la OEA”.

Por último, señalaron que esta acción constituía un mal precedente, pues podría pensarse que es posible que los jueces, “por intereses ajenos a los de la Corte, dejen de ejercer temporalmente sus funciones para posteriormente reintegrarse a ella”, cuestión que acarrearía una percepción de fragilidad institucional.
 

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