Consejo Permanente de la OEA aprobó el Informe del Grupo de Trabajo sobre el Fortalecimiento del Sistema Interamericano

El pasado miércoles 25 de enero de 2012, El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó en sesión ordinaria, el Informe del Grupo de Trabajo Especial de Reflexión sobre el Funcionamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para el Fortalecimiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH). El comunicado oficial de la OEA sobre este evento indica lo siguiente:

“El documento, que será puesto a consideración de los Cancilleres de los Países Miembros, es el producto de las deliberaciones realizadas en los últimos seis meses por el Grupo de Trabajo creado para este fin en el seno del Consejo. El reporte contiene una evaluación sobre la operatividad del Sistema Interamericano y formula recomendaciones relativas a: los desafíos y objetivos del sistema; las medidas cautelares; asuntos de procedimiento; criterios para la elaboración del Informe Anual de la CIDH; soluciones amistosas; promoción de los derechos humanos; y fortalecimiento financiero del Sistema. 

En términos de desafíos, el informe señala entre otros, la necesidad de alcanzar la universalidad del SIDH; asegurar el pleno cumplimiento de las recomendaciones y decisiones de sus órganos; lograr mayor equilibrio entre la promoción y la protección de todos los derechos; conseguir una mayor eficiencia y agilidad en la tramitación de peticiones y casos.

En tal sentido, el Grupo de Trabajo recomendó elaborar un informe sobre la incidencia de la no universalidad de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y de los instrumentos relacionados, y animó a los países que aún no son parte de ellos a considerar su firma y ratificación, así como a reconocer la jurisdicción de la Corte Interamericana.

En el tema del sistema de medidas cautelares, el informe sugiere entre otros, perfeccionar los aspectos procedimentales y garantizar la observancia estricta de los marcos normativos de la CIDH. Además, recomienda a la Comisión “definir criterios o parámetros objetivos para determinar qué situaciones reúnen la gravedad y urgencia requeridas, así como para determinar la inminencia del daño, tomando en consideración los distintos grados de riesgo”; fundar y motivar el otorgamiento, revisión y prórroga o levantamiento de medidas cautelares; y mejorar los mecanismos para determinar e individualizar a los beneficiarios de medidas cautelares.

En lo relativo a las soluciones amistosas, el Grupo de Trabajo considera que “podrían explorarse otras propuestas para que la CIDH tenga una participación más activa en los procesos de solución amistosa, tanto en ejercicio de su función conciliatoria como supervisora, con objeto de promoverlos y facilitarlos”. Sobre el fortalecimiento financiero del sistema, los países sugirieron medidas para “incrementar progresivamente los recursos asignados a los órganos del SIDH provenientes de fondo regular de la OEA, de manera adecuada a las necesidades y prioridades identificadas”, asignar recursos apropiados, suficientes y balanceados a todas sus relatorías, grupos de trabajo y unidades, así como realizar un manejo eficiente y transparente de esos recursos."

En la sesión tomaron la palabra las delegaciones de Uruguay, Costa Rica, Panamá, Colombia, Argentina, Nicaragua, Canadá, Bolivia, Chile, Brasil, Guatemala, El Salvador, Ecuador, Perú, Paraguay, Estados Unidos, Dominica, y el Presidente del Grupo de trabajo que realizó el informe, el Representante Permanente de México ante la OEA, Joel Antonio Hernández.

En sus alocuciones, los delegados coincidieron en la importancia de la autonomía e independencia de la CIDH para mantener su credibilidad, legitimidad y funcionalidad. Resaltaron aspectos específicos contenidos en el informe, principalmente aquellos referidos al fortalecimiento de las medidas cautelares, la independencia y autonomía de la CIDH, los procesos de tramitación de los casos y peticiones individuales, el rol de la Comisión de promover y proteger los derechos humanos, y la necesidad de lograr una mayor eficiencia y agilidad en la tramitación de peticiones y casos, entre otros.

Los representantes de los Países Miembros consideraron el informe aprobado como una muestra de un proceso de diálogo, abierto, transparente y multilateral y abogaron porque las recomendaciones contenidas en el mismo sean implementadas y sirvan para fortalecer la vigencia de los derechos humanos en el continente. Defendieron, además, el establecimiento de un diálogo más abierto y frecuente entre la CIDH y los Países Miembros y que se haga efectivo el principio de universalidad de sistema.

Los embajadores también destacaron que el fortalecimiento financiero del SIDH es un asunto de necesaria y urgente atención, e hicieron un contundente llamado a tomar medidas para asegurar su viabilidad presupuestaria a largo plazo mediante una asignación adecuada de recursos que permitan asegurar la independencia, sustentabilidad y planeación de sus actividades.

Al término del debate, la Presidenta de la CIDH, Dinah Shelton, agradeció a los delegados de los países y especialmente al Grupo de Trabajo, el informe presentado, que calificó como “muy valioso”. “Damos la bienvenida a las recomendaciones, especialmente a aquellas que apoyan la independencia y autonomía de la Comisión”, afirmó la comisionada Shelton, que aclaró que la CIDH se considera un órgano de jurisdicción universal. “Nuestra legitimidad depende de la transparencia, la equidad, la justicia y del cumplimiento de la ley”, aseguró, y concluyó anunciando que la Comisión dará “alta prioridad” a estudiar todas las recomendaciones hoy aprobadas.”

El texto completo del informe aprobado, así como una descripción del Grupo de Trabajo, puede encontrarse aquí.

La Comisión Interamericana en su página de Facebook hizo un recuento de todas y cada una de las intervenciones de los delegados de los países miembros.

Sesenta organizaciones de la sociedad civil presentaron este documento, que contiene su posición sobre las conclusiones del Grupo de Trabajo.